viernes, diciembre 1

# 71


Sin miedo, ni siquiera.
Sin dudas, mucho menos certezas.
Sin reglas ni faltas.
Sin problemas y soluciones.
Sin males ni curas.
Sin gritos, sin palabras, sin susurros y tampoco silencio.
Sin rumbo ni destino.
Preso en mi laberinto, que no tiene salida. No la busco ni la pretendo.
Sin ganas ni ausencias.
Sin dolor, una muda e inasible presencia.
Solo una sensación -periférica- en la oscuridad.
Un presentimiento exacto.
Una difusa y olvidada plegaria.
Impacto certero, letal, fulminante.
Vos, llenándome.